«Bellflower», amor a llamaradas
Érase una vez dos amigos, fascinados por Mad Max, preparados para sobrevivir cuando el mundo sucumba al Apocalipsis.
![Bellflower](https://web.archive.org/web/20130117231118im_/http://www.8milimetros.com/wp-content/uploads/2012/04/bellflower-04-300x177.jpg)
Así comienza este cuento romántico creado por Evan Glodell, director, productor, guionista y protagonista del filme. Este joven se ha convertido ya en un ídolo del cine indie. Realmente merecido, pues pocas personas pueden coger 13.000 € y montar una película de este calibre.
En medio de las vidas post-apocalípticas de Woodrow y Aiden, dos jóvenes con tanta maña para la mecánica como falta de tacto con el sexo opuesto, se cruza una mujer con las armas necesarias para convertir el caos en autodestrucción.
![Bellflower](https://web.archive.org/web/20130117231118im_/http://www.8milimetros.com/wp-content/uploads/2012/04/bellflower-03-150x150.jpg)
A pesar de sonar a argumento predecible, la dirección que toma el filme se parece a un coche excesivamente revolucionando dando tumbos en una carretera mal asfaltada. Pero la estética es tan hipnotizante que no importa si te has perdido.
![Bellflower](https://web.archive.org/web/20130117231118im_/http://www.8milimetros.com/wp-content/uploads/2012/04/bellflower-02-150x150.jpg)
Ni los colores ni el grano de la imagen son casuales. Godell, conocido por sus habilidades para hackear cámaras de vídeo, ha utilizado una cámara casera, modificando y juntando piezas, que dota a la grabación de una atmósfera irrepetible y única.
Una película altamente inflamable en la que nada es casual, que nos recuerda que el cine no tiene reglas y que ya basta de tanta corrección en las formas. Si estás cansado de «lo de siempre» has dado en el clavo.
Nota: Puedes disfrutarla en el festival Atlántida Film Fest en filmin.com hasta el 7 de mayo de 2012.